sábado, 28 de febrero de 2009

Prejuicios vs. Realidad

Hace unos días, una amiga nos contó su primera vez en un restaurante vegetariano.

Ella iba cargada de prejuicios. Que si no encontraría nada que le gustara, que si se quedaría con un hambre atroz, que si se moriría de tristeza al ver dos simples hojas de lechuga sobre su plato.

Por supuesto, todo eso cambió cuando llegó al restaurante, inspeccionó la carta y se decidió a probar algo de todo aquello. Los platos que pidió le encantaron, no consiguió terminarse todo lo que le sirvieron, y se quedó sin ver las prometidas hojas de lechuga.

La experiencia sería graciosa si no resultase tan triste. A veces pienso que la mayor parte de la gente tiene la mente abierta, gusta de cierta novedad y riesgo, es positiva ante lo diferente. Otras veces, creo que me equivoco.

Al menos, una persona más sabe ya que la comida vegetariana no consiste en hojas de lechuga, que resulta sabrosa y que no te deja con hambre.

domingo, 22 de febrero de 2009

Vegetariana (y punto)

Como no podía ser de otra manera, entre las personas vegetarianas también existe diversidad. Las diferencias más comunes se relacionan con el tipo de productos animales que se siguen consumiendo y con la manera de cocinar o comer el resto de alimentos. Para identificarse, cada grupo escoge un nombre nuevo, una variante del mismo nombre, un prefijo o varios que especifiquen su diferencia. Y estas elecciones no son gratuitas: no pueden serlo cuando las personas las eligen precisamente por su relevancia.

Sin embargo, a mí me gusta identificarme con la palabra vegetariana. Creo que es así porque fue esta palabra la primera de la que tuve conocimiento, a la que asocié durante años numerosas connotaciones positivas. Como significante, además, me resulta sencillo, claro, común, directo: las explicaciones, que siempre hay que darlas, pueden venir después.

Esta perspectiva, no obstante, forma parte de mi camino personal, aquel que solo yo construyo y que nadie más tiene por qué seguir. El espíritu de la elección, de la singularidad, el espíritu mismo del camino, son los que me empujan, por otro parte, a compartir mi visión.

Encantada.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Nutrientes

Para poder llevar a cabo las diferentes reacciones y procesos que componen el metabolismo de nuestro cuerpo, es decir, para asegurar su crecimiento, desarrollo y mantenimiento, es necesario proveer a sus células de nutrientes. Estos se dividen en dos tipos: los nutrientes esenciales, diferentes elementos que nuestro organismo no puede generar por sí mismo, y que por tanto necesitamos obtener del exterior; y nutrientes no esenciales, de los cuales es posible prescindir, a pesar de sus beneficios para la salud, y que en ocasiones son generados en nuestro cuerpo siempre que se hayan aportado previamente los nutrientes esenciales.

La principal vía de obtención de nutrientes esenciales es la alimentación, aunque no todo lo que comemos los posee (por ejemplo, las bebidas alcohólicas, ingeridas sólo por placer) ni alimentarse es la única manera de obtenerlos (fundamental para la vida es el oxígeno, pero no nos lo comemos).

Los nutrientes esenciales se dividen en dos tipos: macronutrientes, llamados así porque necesitamos ingerirlos en grandes cantidades; y micronutrientes, necesarios sólo en pequeñas dosis. Al primer grupo pertenecen los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas; al segundo, las vitaminas y los minerales. Según la función que realizan en nuestro organismo, los nutrientes esenciales también se clasifican en energéticos (hidratos de carbono, grasas), plásticos (proteínas, minerales como el calcio y el fósforo) y reguladores (vitaminas y ciertos minerales). No obstante, el mismo nutriente puede realizar funciones diversas, y por tanto clasificarse a la vez en varias categorías.

Es interesante señalar que ningún alimento posee todos los nutrientes esenciales para el organismo, por lo que resulta imprescindible seguir una dieta variada con el fin de obtenerlos todos. Del mismo modo, los nutrientes esenciales son aportados por diferentes tipos de alimentos, lo cual permite que podamos escoger entre distintos modos de alimentación.