jueves, 2 de julio de 2009

Cuando menos es más

Últimamente me he estado fijando en los anuncios de productos alimenticios para comprobar lo que ya sabía: la industria que se esconde detrás de ellos es una poderosa máquina que busca su propio interés sin importarle lo más mínimo nuestra salud o nuestro bienestar.

Así por ejemplo, te invitan a reducir tu colesterol consumiendo más: más botellitas de quién sabe qué que te ayudarán a no morir reventando tus arterias; cuando podrían invitarte a consumir menos: menos productos animales, causantes directos del exceso de colesterol en nuestro organismo.

O por ejemplo, te proponen prevenir la osteoporosis consumiendo más: más leche de vaca con doble o triple o vaya usted a saber cuánta cantidad de calcio; cuando podrían proponerte consumir menos: menos proteína láctea, ya que esta contribuye, precisamente, a la descalcificación de los huesos.

Pero la industria no actúa sola: se sirve de la sociedad de consumo para conseguir sus objetivos: la buena noticia es que esa sociedad de consumo somos nosotros. En nuestra mano está, por tanto, reflexionar sobre una idea que parece clave: cuando se trata de nuestra salud y el bienestar de nuestro bolsillo, menos es más.

Encantada.

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